lunes, 2 de noviembre de 2009

2 de Noviembre

De pequeño esperaba que llegase el día

en el que tuviese edad suficiente

para vestirme con pantalón largo.

Mi madre no vio los primeros cortes al afeitarme.

Al poco tiempo de comulgar

aprendí a ungir a los enfermos.

Hoy quisiera volver a los tiempos

de pantalón corto en los que unos labios

soplaban con cariño sobre la leche

para evitar la quemadura de mi boca.

2 comentarios:

  1. Nachete, qué cosa tan bonita, por dios.

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  2. Nacho, esta fue una de las primeras cosas que leí en tu blog, antes de nuestro primer contacto. Me emocionó, y lo llevé a la mesa camilla. Casualmente estábamos en Punta, y esa tarde fue Mamen de visita, así que hay testigos. Así que puede decirse que con este poema me enganché a tu club de fans. No se puede decir más con menos palabras.

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