Siempre contando cosas sencillas,
es natural,
pues todo aquello que a mí me pasa
es tan normal...
Poco viajo, más bien trabajo,
¿cómo dirías que me relajo?,
cosiendo algo; soy subnormal.
Pero he pensado que voy a viajar,
quiero ir contigo, Mamen, a Gambia,
querida prima, ¿me apuntaràs?
En cuanto llegue al fin del mundo,
tendré la paz.
Pues necesito tranquilidad.
Si me secuestra un orangután,
mejor aún, no vuelvo más.
A quien me diga ¿te has vuelto loca?,
yo le contesto:
ni mucho menos, estoy cansá.
sábado, 10 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
no sé yo si el viaje de Mamen es el más apropiado para quitarte el cansancio... eso de la inyección en la barriga me tiene sobresaltá... ¿y si lo "gambias" por una semanita en el Puerto comiendo gambas?
Al Puerto, no; que se vienen tós detrás.
Maruja, tú no estas cansá sino un poquito jarta. Yo te llevo donde tú quieras, porque por lo menos la risa la tendrías asegurada, y ésa es una buena terapia. Pero piensa, 3 días en un campamento, haciendo excursiones por el río, con la única electricidad que pudiera dar una linterna, ¿adonde enchufarias el secador? volverías "de los pelos", sobre todo cuando coincide el viaje con la feria de Sevilla.
Lo que no se puede es ser tan buena como tú.
A mí me dan una aguja y por no llorar me harto de reir. La cocina, me conformo con ná. No existen las superwoman, me niego.
Todas trabajamos un montón. A veces hay que gambiar de aires pensando en volver con las pilas cargadas.(Y a lo mejor con unos kilitos menos de las diarreas tan apañás que podamos coger).
¡Como me conoces...! A medida que leía lo de la falta de electricidad, inmediatamente he pensado en el secador, pero ya se te había ocurrido a tí.
Pues sí, Mamen, lo de viajar en plan familia Ulises no está hecho para todo el mundo, nosotros acabaríamos como el rosario de la aurora.
Publicar un comentario