"Piel con piel Cristina", le dijo el pediatra,
y con el consejo le metió la pata;
el niño y mi niña son como una piña
pues no se separan ni para dormir,
yo creo que no deben de seguir así.
Cristina, ¡por Dios, despegátelo!
porque no os conviene tantísima unión.
Con tánto cariño y dedicación
él está enmadrado,
pero tén cuidado que tú estás peor.
Y mamá, ¿qué hago?, si me necesita,
si es muy chiquitito, me tiene loquita.
Ya lo sé, bonita, éso es natural;
pero pronto tienes que ir a trabajar,
y entonces verás.
Las madres de ahora lo tienen díficil.
Pa colmo de males tenemos la crisis,
con lo mal que está ésto del trabajo,
¡ay! ¿cómo se manda un jefe al carajo?
domingo, 27 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario