El "pronto" que me dió,
se me pasó;
sin feria de Sevilla me quedé.
La silla no perdí, más sí el sillón,
aquel blanco, bonito, de capitoné,
Cristina lo "heredó".
"Mamá, qué estupendo para dar
a Pepe de comer"
¡Vaya por Dios, ya no lo vuelvo a ver!
Eso pasó, y todas mis clientas
me preguntan por él
¿por el niño?, no, por el sillón.
Y ahora puse una silla de tijera,
que es mucho más ligera.
Como iba diciendo,
la feria de Sevilla se esfumó,
¿acudiré a Jerez?
Me parece que no.
Porque me estoy oliendo
que éste año no me veo de feriante,
pero sí de currante.
¡Qué le vamos a hacer!
¿Y a la del Puerto, iré?
Pues no lo sé.
¿En el Rocio estaré?
Pudiera ser.
Al menos la de Córdoba, por cerquita,
no me la perderé.
Y lo que sí es seguro
es que voy a vender
500 bañadores que me esperan
y que, si Dios me ayuda,
de vista perderé.
Y desempeñaré mi papel de tendera,
otro no puede ser.
Amén de buena madre, cocinera
y de abuela, tambien.
jueves, 29 de abril de 2010
miércoles, 28 de abril de 2010
DE VUELTA A CASA
Hola de nuevo a todos, no sé si me habréis echado de menos, si es así, lo primero, pedir disculpas por haberme dejado llevar por las nuevas tecnologías como el facebook, que me ha tenido un poco apartado del blog al que me debo y le debo tanto, no volverá a pasar, lo prometo. Si no me habéis echado de menos, mejor, esto será señal de que no hago mucha falta por aquí, con lo cual no es que me alegre, pero no me importa, eso es buena señal, es señal de que hay otra u otras personas con la capacidad suficiente para entretenernos a todos con sus cositas, con sus ocurrencias, con sus vivencias, aunque yo seguiré escribiendo de vez en cuando también algunas cosas, cositas, anécdotas, tonterías de las mías, en fin, publicaré si me lo permitís, algunas “Pajaritas” más, que para todos serán importantes, o al menos interesantes, por lo que su contenido refleja, con tanta sabiduría cómo, simpleza, naturalidad, bondad y sinceridad, que imprimía en ellas nuestro queridísimo abuelo.
Como todos sabéis, pues ya lo he comentado en varias ocasiones, a nuestro abuelo le encantaba escribir sobre su casa, su familia, sus cosas… contaba “ce por be, la verdad de su vida” (palabras suyas) yo no voy a contar, o voy a contar poco sobre mi casa, sobre mi vida, porque no la veo tan interesante, ni tan grande como la de él, porque no tengo esa capacidad para contarlo de la forma que lo hacía él, porque aunque me encantaría parecerme a él en algo, no quisiera ni por asomo, ni por el mínimo reflejo, comparar nada de lo que escriba, con alguna de esas maravillas que él nos dejó escritas, ¡qué más quisiera! Me conformaría sólo con poder empezar una como él lo hacía, pero cómo eso es imposible, me voy a contentar con publicar las suyas, esto a lo mejor me enseña algo.
Veréis, mi casa, es una casa donde sólo vivimos dos personas, es por eso que la tranquilidad, la paz, unidas a mi querida señora, reinan en ella, los niños los tenemos estudiando en Londres, hace ya algunos años, vienen poco por España, así que una casa sin niños cómo imaginareis es una balsa de aceite ¡es broma, no tenemos niños, bueno, dejemos las bromas y tonterías aparte! Como digo mi casa es la tranquilidad absoluta, tenemos nuestras tareas domésticas como cualquier hogar, nuestros ratitos de relax, charlas pausadas y tranquilas acompañadas del inseparable “botellín” y ¡cómo no! Los zafarranchos de limpieza a los que nos dedicamos los dos regularmente, pero no impera “El orden de Isabel” no porque mi señora no sea ordenada y limpia, ¡no! Es más bien porque este que escribe y comenta es un verdadero desastre, que lo va dejando todo por cualquier sitio, en ese orden desordenado que tenemos los hombres, eso sí, cuando no encuentro algo, que suele ser casi siempre, ahí está mi señora con sus comentarios: ¡lo tienes en tal, o cual sitio! ¡Lo has dejado aquí, o allí! ¡Cualquier día pierdes la cabeza! Y cosas así, con esto podréis comprobar el orden desordenado que tengo, y lo eficaz del orden de mi querida señora (eres la mejor del mundo)... ¿por qué os cuento esto? Lo explico: me encanta leer cuando me voy a dormir, tengo en la mesita de noche lo que llamaré una verdadera jaula llena de “Pajaritas” y de recuerdos, (¡cuántas cosas, y cuantos recuerdos caben en el cajón de una mesita de noche!) aquí tengo todas las “Pajaritas” que obran en mi poder, unidas a algunos recuerdos de incalculable valor sentimental, es mi baúl de los recuerdos, pues en este mi baúl, en un ratito de esta querida lectura, abro uno de los libros de “Pajaritas” y al azar sale una de ellas tan encantadora cómo cualquiera, con su carga de recuerdo y sentimiento para mí: “el orden de Isabel” dedicada a persona tan unida a él, y querida por él tanto cómo cualquiera de nosotros, con su comentario a otra persona más, que también es igual de querida “Rafaela” de ella será la próxima, en esta ocasión os transcribo la que le publicó a Isabel por su dedicación al orden y la pulcritud.

EL ORDEN DE ISABEL
No sé si te habré hablado de Isabel. Isabel es el orden, la limpieza, el método y la compostura. Dicho está que es la actividad constante. Ella no puede ver un papel en el suelo, una silla mal puesta, nada en desorden o fuera de su sitio. Por donde va pasando, va actuando. ¿Un papel, una brizna de algo? Se agacha y lo recoge. ¿Una silla torcida o fuera de lugar? ¡Pues a su sitio! ¿Un libro, unos papeles sobre un mueble? Los recoge y los pone donde cree que están bien. Por eso ella es la única en la casa que sabe donde está lo que se busca. Cuando algo necesito, lo primero que hago es llamar a Isabel. “Vamos a ver: ¿tú sabes dónde estará tal cosa?” Y ella a su vez pregunta: “¿eso qué es?, ¿una cosa así entrelarga de color gris oscuro?” “¡eso precisamente!”, digo yo. Y ella responde: “¡Ah!, sí. Yo lo vi y lo guardé” Y acto seguido se te presenta con lo que tú deseas.
Como todo en el mundo tiene su pro y su contra, este pro de limpieza, de orden y pulcritud, tiene contra también: la contra de la mesa del despacho. Tres meses he vivido disfrutando del estilo fullero de Rafaela. Mis hijas por ahí, y yo solo con ella, le dije “Rafaela: no toques los papeles”. Y lo cumplió tan bien que al regresar mis hijas y al tomar nuevamente Isabel la limpieza a su cargo, había verdaderas montañas de cuartillas, de notas, de cartas y de apuntes.
Ya todo eso acabó: con la muerte del sistema liberal de Rafaela, se ha entronizado la dictadura de Isabel. Por la mañana, cuando llego a mi mesa, está que cruje de limpia y de ordenada. En ella –según el dicho ponderativo de pulcritud que se estila en mi pueblo- “pueden comerse migas”. Pero como resulta que yo la mesa no la quiero para comer migas, sino para escribir y trabajar, me veo negro después.
Conociendo el estilo me las voy ingeniando para hacer menos catastróficas las consecuencias del orden. Ya me voy orientando con el sistema que Isabel pone en práctica. Sin embargo, a veces tardo un rato en hallar lo que antes, en estos tres meses rafaelescos, encontraba en un vuelo.
¿Es malo este sistema? Para mi acaso sí; para la casa no. La casa gana mucho con la monomanía de Isabel. Y acaso gane yo, porque me obligue a aficionarme al orden. Aun cuando ya… Lo que no has conseguido en dos docenas de años que hace que desde Arcos te viniste a servir a esta casa, no creo que lo consigas. Como tampoco yo he podido lograr que me dejes las cosas en desorden, que es el orden perfecto de los desordenados como yo.
Menos mal que las cosas que guardas y que escondes las localizas pronto. Nos basta interrogar, para que, como por encanto, surjas tú, preguntando: “¿Eso que dice usted es una cosa así entrelarga y oscura?” Y al decirte que sí, nos tranquilizas al contestar: “Pues yo sé dónde está: la vi aquí encima y cogí y la guardé”.
Que Dios te guarde a ti por muchos años, guardadora fiel, reina de la limpieza, del método, del orden y del aseo. Y que lo vea yo.
JOSÉ MONTOTO
domingo, 25 de abril de 2010
DARWIN NO SE OLIO LO QUE VENIA
Mi nieto Pepe llegará al 2100,
para entonces, ¿yo dónde estaré?,
pues criando malvas tan requetebién.
Este siglo será extraordinario,
¿qué queda por ver?
Curarán el cáncer como un resfriado,
en un santiamén.
Las cigüeñas pasarán de moda,
los niños de ahora serán por encargo.
Sólo uno, y les vendrá largo.
¿La natalidad? ¡Anda ya!
Hubo una ministra que puso su empeño
en que éso no exista.
Los viajes serán rapidisimos,
coges un cohete, llegas a la Luna
y vuelves mañana.
A éste paso veo que mi nieto Pepe
se puede casar con una marciana.
La alimentación seguro que cambia,
en vez de jamón y de gambas,
te darán como un preparado,
y tú eliges si dulce ó salado;
más o menos como una pastilla
que sabe a tortilla.
¡Ay, niño, por Dios!, mientras viva yo,
tú comes croquetas hechas por tu abuela,
y sopa de arroz y albondigón.
Hijo mio, te ha tocado vivir
unos tiempos de mucho progreso,
yo no digo que sea malo éso,
ni mejor tampoco, diferente sí.
Mucho pensó Darwin en la Creación,
más se quedó corta su imaginación.
para entonces, ¿yo dónde estaré?,
pues criando malvas tan requetebién.
Este siglo será extraordinario,
¿qué queda por ver?
Curarán el cáncer como un resfriado,
en un santiamén.
Las cigüeñas pasarán de moda,
los niños de ahora serán por encargo.
Sólo uno, y les vendrá largo.
¿La natalidad? ¡Anda ya!
Hubo una ministra que puso su empeño
en que éso no exista.
Los viajes serán rapidisimos,
coges un cohete, llegas a la Luna
y vuelves mañana.
A éste paso veo que mi nieto Pepe
se puede casar con una marciana.
La alimentación seguro que cambia,
en vez de jamón y de gambas,
te darán como un preparado,
y tú eliges si dulce ó salado;
más o menos como una pastilla
que sabe a tortilla.
¡Ay, niño, por Dios!, mientras viva yo,
tú comes croquetas hechas por tu abuela,
y sopa de arroz y albondigón.
Hijo mio, te ha tocado vivir
unos tiempos de mucho progreso,
yo no digo que sea malo éso,
ni mejor tampoco, diferente sí.
Mucho pensó Darwin en la Creación,
más se quedó corta su imaginación.
miércoles, 14 de abril de 2010
COMO UNA MADRE NO HAY NA
Vendrás a casa, ¿verdad, hija mia?
Mira mamá, eso ni hablar;
quiero que entiendas, tú eres muy lista,
que en ésa estricta intimidad
entramos Jose, el niño y yo, y nadie más.
Cristi creía que viviría
una experiencia idealizada,
todo sería una gozada,
ella, muy pronto, recuperada;
el niño chico, una monada;
del maridito, siempre arropada.
En realidad, lo que soñó
lo consiguió, más... ¡se agobió!
Lo que nublaba la situación
fué la pereza del que nació,
más que pereza, la poca fuerza;
tenía problemas en la succión.
Mami empeñada en que mamara,
el niño chupa, no saca nada;
la solución: el biberón.
Cris defraudada, ¡qué sofocón!
Lucha carnal del niño y ella,
como testigo están las estrellas.
De pronto un día vino y me dijo:
"Mamá, ésta noche cuida a mi hijo,
yo tengo sueño, quiero dormir,
si no lo logro, voy a morir"
Pepe ha acabado con tu paciencia,
tú rechazaste mi sugerencia;
ahora la aceptas sin más ni más
y yo encantada, vente pacá.
Es lo primero que le ofrecí,
dijo que no, más ya está aquí.
Mira mamá, eso ni hablar;
quiero que entiendas, tú eres muy lista,
que en ésa estricta intimidad
entramos Jose, el niño y yo, y nadie más.
Cristi creía que viviría
una experiencia idealizada,
todo sería una gozada,
ella, muy pronto, recuperada;
el niño chico, una monada;
del maridito, siempre arropada.
En realidad, lo que soñó
lo consiguió, más... ¡se agobió!
Lo que nublaba la situación
fué la pereza del que nació,
más que pereza, la poca fuerza;
tenía problemas en la succión.
Mami empeñada en que mamara,
el niño chupa, no saca nada;
la solución: el biberón.
Cris defraudada, ¡qué sofocón!
Lucha carnal del niño y ella,
como testigo están las estrellas.
De pronto un día vino y me dijo:
"Mamá, ésta noche cuida a mi hijo,
yo tengo sueño, quiero dormir,
si no lo logro, voy a morir"
Pepe ha acabado con tu paciencia,
tú rechazaste mi sugerencia;
ahora la aceptas sin más ni más
y yo encantada, vente pacá.
Es lo primero que le ofrecí,
dijo que no, más ya está aquí.
martes, 13 de abril de 2010
UN BUEN DIA ...
Tengo en el ojo una especie de mosca,
aunque la cosa no os suene lógica;
de un día pa otro la empecé a ver,
dije: ¿qué es esto?, no es que me duela,
pero es molesto.
Al oculista le pedí cita,
y me la dieron enseguidita.
No te preocupes, ésto no es grave,
es lo que ocurre cuando se sale;
¿qué se salió?, líquido vitreo,
¡vaya por Dios!
¿Qué debo hacer? Nada, mujer;
no hay tratamiento, ni medicina,
verás la mosca por las esquinas;
ningún problema en la retina,
está perfecta, vete tranquila.
Si te "mosqueas" cuando la veas,
aguántate, pues sólo éso puedes hacer.
¿A qué se debe? ¿será el stress?
En parte a éso, y a la vejez.
No es que sea serio,
pero un buen rollo, sí que lo es.
Y menos mal, pues yo creía
que iba directa pa el hospital.
aunque la cosa no os suene lógica;
de un día pa otro la empecé a ver,
dije: ¿qué es esto?, no es que me duela,
pero es molesto.
Al oculista le pedí cita,
y me la dieron enseguidita.
No te preocupes, ésto no es grave,
es lo que ocurre cuando se sale;
¿qué se salió?, líquido vitreo,
¡vaya por Dios!
¿Qué debo hacer? Nada, mujer;
no hay tratamiento, ni medicina,
verás la mosca por las esquinas;
ningún problema en la retina,
está perfecta, vete tranquila.
Si te "mosqueas" cuando la veas,
aguántate, pues sólo éso puedes hacer.
¿A qué se debe? ¿será el stress?
En parte a éso, y a la vejez.
No es que sea serio,
pero un buen rollo, sí que lo es.
Y menos mal, pues yo creía
que iba directa pa el hospital.
sábado, 10 de abril de 2010
TIERRA POR MEDIO
Siempre contando cosas sencillas,
es natural,
pues todo aquello que a mí me pasa
es tan normal...
Poco viajo, más bien trabajo,
¿cómo dirías que me relajo?,
cosiendo algo; soy subnormal.
Pero he pensado que voy a viajar,
quiero ir contigo, Mamen, a Gambia,
querida prima, ¿me apuntaràs?
En cuanto llegue al fin del mundo,
tendré la paz.
Pues necesito tranquilidad.
Si me secuestra un orangután,
mejor aún, no vuelvo más.
A quien me diga ¿te has vuelto loca?,
yo le contesto:
ni mucho menos, estoy cansá.
es natural,
pues todo aquello que a mí me pasa
es tan normal...
Poco viajo, más bien trabajo,
¿cómo dirías que me relajo?,
cosiendo algo; soy subnormal.
Pero he pensado que voy a viajar,
quiero ir contigo, Mamen, a Gambia,
querida prima, ¿me apuntaràs?
En cuanto llegue al fin del mundo,
tendré la paz.
Pues necesito tranquilidad.
Si me secuestra un orangután,
mejor aún, no vuelvo más.
A quien me diga ¿te has vuelto loca?,
yo le contesto:
ni mucho menos, estoy cansá.
sábado, 3 de abril de 2010
SE ME HA ENCENDIDO LA BOMBILLA
Despiértate ya, Maruja,
acuérdate de que existes;
a todos has agradado,
y para tí, ¿qué has dejado?.
No puedes seguir así,
tú tambien tienes tu sitio;
debes de pensar en tí.
Resérvate tu parcela.
El que seas una gran madre,
y novata como abuela,
no significa que olvides
las bulerías y la Feria.
Ya has cosido bastante,
¿naciste pa costurera?,
en to caso, pa feriante.
Pierde esos kilos de más,
ház un esfuerzo, mujer;
decídete de una vez,
porque enseguida verás
lo que te vas a alegrar.
Cuando te veas en Sevilla
vestidita de gitana,
ya verás ¡qué maravilla!.
Pues todo no es trabajar
ni agradar a los demás.
HAZ LO QUE TE DE LA GANA.
Te lo tienes merecido.
Ahora te toca a tí.
Corre, no pierdas más tiempo,
pues éso no está reñido
con tus nobles sentimientos.
Estabas equivocada,
eres la madre y la abuela,
pero tú no eres la esclava.
acuérdate de que existes;
a todos has agradado,
y para tí, ¿qué has dejado?.
No puedes seguir así,
tú tambien tienes tu sitio;
debes de pensar en tí.
Resérvate tu parcela.
El que seas una gran madre,
y novata como abuela,
no significa que olvides
las bulerías y la Feria.
Ya has cosido bastante,
¿naciste pa costurera?,
en to caso, pa feriante.
Pierde esos kilos de más,
ház un esfuerzo, mujer;
decídete de una vez,
porque enseguida verás
lo que te vas a alegrar.
Cuando te veas en Sevilla
vestidita de gitana,
ya verás ¡qué maravilla!.
Pues todo no es trabajar
ni agradar a los demás.
HAZ LO QUE TE DE LA GANA.
Te lo tienes merecido.
Ahora te toca a tí.
Corre, no pierdas más tiempo,
pues éso no está reñido
con tus nobles sentimientos.
Estabas equivocada,
eres la madre y la abuela,
pero tú no eres la esclava.
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