Atendiendo a las peticiones de socorro de Ezu-lín abro este rincón de "cómo encontrar cualquier cosa con San Cucufato", que espero le sea de utilidad para encontrar su libro de pajaritas del abuelo o en caso contrario se entretenga durante la búsqueda. No es de cachondeo (bueno, un poco sí, pero en casa lo utilizamos y funciona).
En primer lugar, y en mi papel de wikicristi, te daré unas notas culturales. Nunca te acostarás sin saber una cosa más, criaturita:
Cucufato, o Cucufate, fue un santo cristiano que predicó por la Península Ibérica alrededor del siglo III. Había nacido en Scilium (Provincia romana de Cartago) en el año 270, y se dedicó a predicar el cristianismo en Cataluña (donde es conocido como Sant Cugat), entre otras en la ciudad de Ampurias, hasta que el imperio romano le condenó a muerte.
Su leyenda es un poquito asquerosa: primero le abrieron el vientre y le sacaron las tripas, pero él se las metió de nuevo dentro del abdomen cosiéndoselo habilidosamente con un cordón (por lo cual intuimos que era un hombre de su casa). Luego el emperador Galerio lo condenó a la hoguera, pero supuestamente el soplo de Dios apagó las llamas. Después lo encerraron en una mazmorra, pero los carceleros se convirtieron al Cristianismo. Finalmente la leyenda dice que Dios permitió a San Cucufato -cuyo deseo era acceder al cielo por la vía del martirio (anda que... hay gente pa tó)- que lo degollasen (cosa que según todos los datos parece que ya funcionó y la cabeza de Cucu se independizó de su cuerpo).
En su nombre se han bautizado la localidad de San Cugat del Vallés (Provincia de Barcelona) donde hay un Monasterio dedicado a él.
Se dice de San Cucufato que es un santo que concede deseos, o al menos un santo al que hacerle peticiones.
Y paso ya a las instrucciones propiamente dichas:
1. Cójase un pañuelo de tela (limpio, a ser posible)
2. Se le realiza un nudo bien apretaíto (o varios, según el mosqueo que tenga cada uno).
3. Se tira con desdén tras una puerta mientras se recita en voz alta esta bella cancioncilla: "San Cucufato, los cojones* te ato, hasta que no lo encuentre no te los desato"
4. Se vuelve a realizar la búsqueda del objeto en cuestión.
5. Si el resultado es positivo, desatar cuanto antes los co...nes de San Cucufato.
6. Tras realizar un planchado manual del pañuelo ya se puede utilizar para la absorción de las lágrimas de alegría derramadas.
*Pido perdón por la palabrota a la mesa camilla y oídos sensibles, pero las tradiciones son las tradiciones, y si te pones quisquilloso es posible que no funcione.
Su leyenda es un poquito asquerosa: primero le abrieron el vientre y le sacaron las tripas, pero él se las metió de nuevo dentro del abdomen cosiéndoselo habilidosamente con un cordón (por lo cual intuimos que era un hombre de su casa). Luego el emperador Galerio lo condenó a la hoguera, pero supuestamente el soplo de Dios apagó las llamas. Después lo encerraron en una mazmorra, pero los carceleros se convirtieron al Cristianismo. Finalmente la leyenda dice que Dios permitió a San Cucufato -cuyo deseo era acceder al cielo por la vía del martirio (anda que... hay gente pa tó)- que lo degollasen (cosa que según todos los datos parece que ya funcionó y la cabeza de Cucu se independizó de su cuerpo).
En su nombre se han bautizado la localidad de San Cugat del Vallés (Provincia de Barcelona) donde hay un Monasterio dedicado a él.
Se dice de San Cucufato que es un santo que concede deseos, o al menos un santo al que hacerle peticiones.
Y paso ya a las instrucciones propiamente dichas:
1. Cójase un pañuelo de tela (limpio, a ser posible)
2. Se le realiza un nudo bien apretaíto (o varios, según el mosqueo que tenga cada uno).
3. Se tira con desdén tras una puerta mientras se recita en voz alta esta bella cancioncilla: "San Cucufato, los cojones* te ato, hasta que no lo encuentre no te los desato"
4. Se vuelve a realizar la búsqueda del objeto en cuestión.
5. Si el resultado es positivo, desatar cuanto antes los co...nes de San Cucufato.
6. Tras realizar un planchado manual del pañuelo ya se puede utilizar para la absorción de las lágrimas de alegría derramadas.
*Pido perdón por la palabrota a la mesa camilla y oídos sensibles, pero las tradiciones son las tradiciones, y si te pones quisquilloso es posible que no funcione.
3 comentarios:
ahora mismo voy a hacerle un nudo a san cucufato a ver si encuentro lectores pal blog: ¡cucufato, cucufato, los c....nes te atoooooo y si no apareceeen ni que se te ocurra que te los voy a desatar! ¡vamos hombre!
¡ayyyyy ayyyyy ayyyyyy, ascolta, desatarmeeee porfavoooooo!
¡A día de hoy, nada de nada! Me parece que San Cucufato está apamplao o es un paguato.
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