La regadera, o sea, ese recipiente que consta de un depósito para el agua, un pitorro rematado por una alcachofa llena de agujeritos por el cual se vierte el líquido contenido en su recipiente y de un asa para agarrarla, es ni más ni menos que un instrumento vital para nuestras plantas.
A falta del riego natural que proporciona la lluvia , la regadera se torna en marcapasos imprescindible para controlar el latido de las flores y la estética de las macetas.
La regadera, a través de su cuello o pitorrete, esparce con sus chorros gotas de vida que nos permiten gozar de la belleza de un balcón o ventana cuajado de geranios, de claveles, de azalehas… y cuantas flores preciosas puedan plantarse y brotar gracias a su concurso.
Flores también son tus escritos y tus ocurrencias que sabes regar de la mejor manera para que nazcan y alegren nuestras muchas veces anodinas vidas.
Gracias, Jesús, porque con tu Regaera riegas los mejores sentimientos ayudando a que broten en nosotros la ilusión, la ternura, el cariño… y todas aquellas buenas sensaciones que nos adornan ante los demás. ¡Siguenos regando!
Un beso de tu primo que no necesita blog alguno para reconciliarse contigo
viernes, 24 de abril de 2009
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2 comentarios:
MªJesus Montoto
Hay que ver las cosas tan bonitas que se pueden llegar a decir de una regaera, claro esta que viniendo de tu puño y letra no podria ser de otra manera.
Besitos Ignacio
gracias, Ignacio pero si lo mio es una regaera,lo tuyo por nivel y por categoría sería como.... que te diría yo, la ducha de la preisler, una alcachofa grande y con un chorro, ayyy comooo el aguuuaaaa, aaayyyyy coomoooo eeel aguuuaaa, comoo eeel aguaaaa claaaraaa, queeee abajaaa deeeel monnteeee,"anda toma ya" por camaron, que arte tiene killo
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