Por Isabel Montoto Flores
Pienso que todos tenemos mucho que contar de esta Semana Santa de Sevilla.
La semana más bonita de todo el año.
Domingo de Ramos en Sevilla, el cielo azul, la calle alegre, la gente celebrando el día con alegría y pensando en ver todas las cofradías.
Sentada en un sillón frente al televisor una persona de avanzada edad espera poder ver pasar las procesiones.
Debido a su edad ya no puede seguir detrás de los pasos, ni acercarse a contemplar a la Virgen cuando el paso se para en la calle.
A veces, qué tristes son los recuerdos y no poder gozar igual que en aquellos días de su juventud, que eran tan alegres y bonitos.
Con la edad todo cambia, hoy sentada en el sillón notas que se te ha ido la vida, ya no vives, sólo estas, notas que tu vida ya se fue, no tienes nada, no encuentras nada, no esperas nada, la vida ya no te puede ofrecer nada.
Estás esperando ver pasar las procesiones en el televisor.
Ves pasar un paso, Cristo en la cruz, Cristo en toda su pasión y muerte, nazarenos haciendo penitencia, descalzos, vestidos de negro con el rostro cubierto, pasa el Cristo moribundo de los estudiantes "Cristo de la Buena Muerte"
El silencio, el respeto, la emoción, la agonía y la muerte, todo unido te hacen sentir una sensación de humildad y resignación inconcebible.
La Semana Santa es algo que te sobrecoge, te sientes triste, y a la vez tu corazón angustiado pide perdón y lloras ante el "Cristo de la Buena Muerte"
Las vírgenes en la television se ven muy bonitas, pero en la calle se vive con mas emoción.
Tenemos cosas muy bonitas, pero la semana santa de Sevilla, nada ni nadie la puede superar, los Sevillanos pueden estar bien orgullosos, porque repito, no hay nada que pueda superar la belleza de un paso de palio caminando por las calles de Sevilla.
Con el tiempo todo cambia, cuesta mucho llegar hasta el centro, las distancias largas y a nosotros, los de la tercera edad, nos cuesta mucho ver de cerca las procesiones.
Nuestro consuelo es verlas a través del televisor y así con ansiedad esperamos una tarde tras otra para poder ver las procesiones por las calles de Sevilla.
Sabemos que cada persona la vive de muy diferente forma, yo sólo puedo contar que para mí ha sido un poquito triste y con algunas lagrimitas y también con mucha felicidad por haber podido presenciar un año más la Semana Santa de Sevilla
lunes, 13 de abril de 2009
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2 comentarios:
Hablmos del Cristo de la Salud de la hermandad de la Carretería muy unido a José Montoto, a ver si algún alma caritativa nos ilumina con el tema.
Querida tía Isabel:
Nuevamente me he tirado de cabeza a leer con avidez la pajarita que nos has regalado hoy, pero me he quedado casi como el Cristo de la Buena Muerte al leer algunas de tus frases… ¿qué es eso de que ya no vives? ¿y eso que no encuentras nada y que la vida ya no te puede ofrecer nada? ¡Eso sí que no! Puede que ya no estés pa corretear detrás de los pasos por los callejones de Sevilla y te tengas que conformar con verlo desde la tele, pero como redactora jefa primaveral tengo que llevarte la contraria y considerarlo una fe de errata.
Tanto tú como tus compañeras de camilla sois el mejor ejemplo de vida, creo que a vuestra edad demostráis día a día que os dejáis sorprender e ilusionar por todo lo que os rodea. Tú nos has enseñado que cada atardecer en la playa es único y diferente, sólo hay que mirarlo con unos ojos jóvenes como los tuyos, nos estás enseñando que un cuadernito celeste puede llenarse de emociones, colores y olores, siempre que se tenga una mente tan llena de recuerdos y de imaginación como la tuya. Y además, como decía una cancioncilla de vuestra época, tres cosas hay en la vida, SALUD, DINERO Y AMOR, y el que tenga esas tres cosas, que le de gracias a Dios. A ver, guapa, ¿cuál de las tres es la que te falta a ti? ¿eh?
Ea, y ahora, como dice Nacho, apaga la tele y cuéntanos algo de esa túnica de terciopelo azul que tantos años estuvo colgada de una percha en vuestra casa.
(Nacho, esta tarde comparto camilla con las Flores, lo sacaré a debate)
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