POR CARMEN MONTOTO CASTRILLÓN
¡Y yo creía que lo tenía superado! pero sólo pensar en el Inocenti hace sentirme de lo más normalita, vamos que a mí tambien me la dan.
Coche monísimo, diseño de la muerte de todos los disgustos que me pude llevar. Pero sí tengo que decir, que recordarlo me conduce a esos viajes que Jesús nombra y en el que había unos héroes, los que me acompañaban. Me parece que el coche se va a parar... (Mamen a sus hermanas) en una cola en la entrada a Chiclana por el puente Zuazo, en Sancti Petri, sin saber si llegaríamos al Palmar o tomaríamos el sol en la cuneta. Bomba de la gasolina, llave de contacto, todo para cambiar y el coche nuevo, recien estrenaito. Pocas veces me recogió la grúa con ese peazo de coche.
Pero Jesús, este coche me dió una lección que está relacionada contigo y tus hermanos. Recuerdo una fiesta "mora" en la Torre de Vejer, en la que para refrescar los cubatas me habíais pedido el coche para ir a la Barca a por hielo. No puedo poner en pie por qué fue, pero la realidad es que no os dejé el coche. Cuando aparecí por la fiesta, nadie se refirió al hielo ni a las bebidas calentitas. Estábais felices y os sobraba el mundo para pasarlo bien.
A mí no se me olvidó nunca vuestra generosidad, aunque me podría haber comido el coche con papas fritas (más me hubiera valido)
martes, 5 de mayo de 2009
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4 comentarios:
Famosa y sonada fiesta de disfraces, me imagino que te pediriamos el coche porque seguramente, en vejer todavia no se podria comprar hielo, por eso lo de ir a la barca.
a lo mejor estuvo bien que no nos dejaras el coche, fijate bajar la cuesta de la barca con el peligro que entonces tenía y con ese "inocentti" ¿hubieramos llegado? la verdad nos hacia falta poco para pasarlo bien y esa fiesta en especial lo fué, ya os la contare, la liamos bien en el pueblo, hubo hasta agradecimientos a todos los que salimos a la calle disfrazados, pero para salir a la calle tuvimos que pasar como en la mili, un estado de revista por la capitana general de la casa, mi MADRE, ya os la contare, merece la pena. de todas maneras, GRACIAS A TI MAMEN
La primera borrachera de mi vida, había una bebida en una tinaja, no recuerdo el nombre... fresquita, y yo venga a beber, ay omá que rico, jovencita e ignorante, no os voy a contar más porque ni me acuerdo, sólo sé que acabamos por el pueblo tós vestios de moros monísimos, y terminamos en un bar bailando encima de la barra... en fin, hay documentación fotográfica en mi poder, prometo publicarla, je, je!
Mamen, yo, que soy bastante burra para esto de los coches (con que tengan cuatro rueda me basta), pensé al principio que "el inocenti" era un mote de alguien más bien aplamplao (en Huelva se dice "a ese le falta una marea") y me decía a mí misma ¿quién será? ¡seré cateta! ¡la inocenti era yo! ahora lo reconocería aunque estuviera tirado en la cuneta cubierto de jaramagos ¡lo que se aprende en este blog!
Cristina, el inocentti, no era cualquier coche, a mí tambien me bastan las cuatro ruedas, fíjate que yo he tenido una furgoneta de 9 plazas pero de las que se usan de reparto,y me quejaba porque me costaba verme en ella. Pero como dice una auxiliar de mi farmacia, eso era la muerte a pellizcos. No había nada relacionado con el coche que no fuera un problema. Yo no quiero ni reconocerlo si lo viese otra vez. Se lo vendí a un señor de Torreblanca (camionero,mecánico...)a cambio solo de que cambiara los papeles a su nombre.
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