POR SALUD M.F.
¿Más lluvia? No, por Dios, lo de este año está fuera de lo normal, o a mí me lo parece.
Cuando éramos chicos y pasábamos temporadas en el campo, nos levantábamos mirando al cielo, si no llovía nos montábamos en los burros, en los mulos o en algún caballo que se sabía que no tenía peligro, y nos íbamos de excursión. Una temporada le dio por llover, con gran contrariedad por nuestra parte, y la impaciencia nuestra por corretear nos hizo ir de excursión al Priorato, una estación de tren algo alejada del Membrillo.
La excursión resultó fatal, todavía nos acordamos de los burros con las patas metidas en el fango hasta la mitad, y aunque Florencio, el casero, que era el que nos acompañaba, le decía a la burra "Cataliiinaaa, que estás peor que ayeeeeer, que estás peor que ayeeeeeer!". Con esa cantinela se entendía él con la burra Catalina, que por cierto no se daba por enterada. Pasamos un horrible paseo, con todos los animales metidos en el barro y nosotras sin saber cómo salir de semejante apuro.
Como antes no había televisión, no te enterabas de nada como ahora, que te dice un satélite si va a llover, si hace aire, si te va a coger una tormenta, a que hora y en qué kilómetro te va a pillar, cuantos litros de agua van a tener los charcos por centímetro cuadrado, y para colmo te avisan "¡que viene la tormenta perfecta!" y de apellido Ciclogénesis explosiva.
Me acuerdo mucho de mi padre, preocupado por las cosechas. ¡Si él hubiera tenido que sufrir estos partes meteorológicos!.
El abuelo además de periodista era agricultor, y le agobiaba mucho cuando al campo le caía el agua no conveniente, o al revés, la sequía. Estaba siempre pendiente del cielo, pero entonces el parte meteorológico se lo dábamos nosotros, nos preguntaba: "niña, ¿está lloviendo?" y nosotras engañándole, salíamos a la terraza y le decíamos "¡qué va, que va!" y se ponía contento, y con la sequía le decíamos al revés: "Niña ¿va a llover?..." "Sí, sí, que hay muchas nubes".
Entonces el tiempo se solucionaba de otra manera, los devotos traían a la Virgen de Setefilla del Santuario a Lora, esa era la solución, nada de decir que va a llover tal o cual semana. Y si había sequía se solucionaba cantando:
Que llueva, que llueva
la Virgen de las Cuevas
los pajaritos cantan
las nubes se levantan
que sí, que no
que caiga un chaparrón
que rompa los cristales
de la estación
jueves, 4 de marzo de 2010
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1 comentarios:
Cuando tia Maria se casó con tio Tomás, que era médico, le dijo a tia Carmen: "¡Ay, Carmen, ya no tengo que mirar al cielo!" ( por éso de la lluvia) Y le contesta tia Carmen: "Pero María, anda que tener que mirar para la puerta..."
Pues tia Salud, yo ni tengo campo ni soy médico, pero mi negocio depende bastante del tiempo.
Tiene que hacer frio en su momento; calor en el suyo.
De la lluvia no sé qué pensar, si llueve: "cajón vacio"; y si no llueve, las malas cosechas encogen el bolsillo de mucha gente.
De todas formas, nunca llueve a gusto de todos.
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