La duquesa más marchosa
y más enamoradiza,
pertenece a la nobleza.
Y yo me atrevo a decir
que ella tiene más dinero
que muchos de la realeza.
Ahí tenéis a Cayetana,
toda su vida ha querido
ser la duquesa gitana;
y cuando sale a bailar
a ella lo mismo le da
bulerías que sevillanas.
Y con tantos achuchones
que le da su parejita,
está muy mejoradita.
Ese novio tan gorrón
que se quiere apoderar
de casi tos los jarrones
que tiene mi Cayetana
en su preciosa casita.
¡La deja sin un jarrón!
Los hijos no lo consienten,
el legado esta seguro,
se han puesto todos de acuerdo
y a ese tío de Madrid,
creo que lo van a mandar
a tomar mucho por c . . o.
Menos mal que se inventó
el poder tener la opción
de los puntos suspensivos.
Porque si no, me esperaban
buenas riñas de mi hermana.
No lo puedo remediar,
porque la rima, es la rima,
y el vocablo pa eso está.
Además, Isabel María,
yo soy de Filisofía.
Una alumna aventajada,
la carrera terminada,
y además desperdiciada,
pues no me sirve de nada.
A lo que yo me dedico
es a vender camisones.
Y... ¡Que le vamos a hacer,
si de algo hay que comer!
lunes, 28 de diciembre de 2009
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