POR: MARÍA DOLORES MONTOTO DE FLORES.
Una llamada de teléfono me llevó el día ocho a Lora "niña, mis hijos vienen en coche y se vuelven por la noche a Sevilla"... tal tentación nos llevaron a Mª José y a mí a nuestro pueblo, a pesar del calor sofocante, para formar parte de la procesión de la Virgen, en representación del resto de la mesa-camilla que estaban algo pachuchas.
Para las dos era una gran ilusión, superado en mucho por la realidad.
El pueblo entero estaba en la calle, engalanada con guirnaldas de flores blancas y celestes, repicaban las campanas, se lanzaban cohetes y al paso de la Virgen se encendían bengalas. Estuvimos en el barrio nuevo, hoy calle San Fernando, esperando.
Cada vez el gentío se hacía mas denso, hasta que al fin llegó la Virgen. En mi vida la he visto miles de veces, pero esa noche era algo especial. Su paso iluminaba el pueblo entero, en sus andas y paso de plata adornado con macizos de claveles rosas y vestida con su traje blanco de tisú de oro. Era una auténtica Reina.
Me hizo recordar muchas vivencias de épocas anteriores, ofreciéndome distintas emociones, entre ellas la gracia concedida al abuelo, que ingresado de urgencia en la UCI y a pesar de que su dolencia de corazón no permitían que tuviese nada que fuese un obstáculo para su asistencia médica, respetaron la medalla de hermano de Setefilla, que llevaba colgada al cuello y que muriera con ella sobre su pecho.
La Virgen se detuvo justamente donde nosotros nos encontrábamos, Mª José que llevaba el móvil, llamó por teléfono a Tía María para que oyera el clamor del pueblo, los vivas y canciones, y le decía "Tía María ¿lo oyes? grita tú también Viva... Canta "viva la Virgen de Setefilla que en nuestro pecho tiene su altar"... Gracias a ella Tía María vivió con emoción el momento. Igual hizo con Tía Salud cuando la Virgen llegó al convento de las Monjas, de esa manera participó toda la mesa-camilla de momentos tan emotivos.
Finalizado todo, descansamos en casa de Tío Luis, donde estuvimos reunidos. Nos agasajaron con esplendidez, allí acudió Tío Jesús, que como siempre estuvo genial, contando miles de cosas, todas muy curiosas e ingeniosas, iba vestido muy jovial por que él opina, como la Duquesa de Alba, que por tener edad, no hay que vestirse de viejo.
Lora, como todo el mundo, ha cambiado muchisimo, se nota más prosperidad, pero ¡lástima!, están desapareciendo muchas cosas que le daban prestancia al pueblo.
Saludamos amistades que no veíamos hacia tiempo. Se acercaron personas recordando nuestra niñez, entre ellos sobrinos de Isabel y de Rafaela, en fin, como dicen las folclóricas "hay que volver a nuestras raíces"
Este fue un día distinto, en el que retrocedí a mi pasado, y es importante, os lo digo a los jóvenes, el tener un pasado. Alguna ventaja tiene que tener la vejez.
Y como Loreños y Setefillanos es toda nuestra familia, y en nombre de todos termino:
Una llamada de teléfono me llevó el día ocho a Lora "niña, mis hijos vienen en coche y se vuelven por la noche a Sevilla"... tal tentación nos llevaron a Mª José y a mí a nuestro pueblo, a pesar del calor sofocante, para formar parte de la procesión de la Virgen, en representación del resto de la mesa-camilla que estaban algo pachuchas.
Para las dos era una gran ilusión, superado en mucho por la realidad.
El pueblo entero estaba en la calle, engalanada con guirnaldas de flores blancas y celestes, repicaban las campanas, se lanzaban cohetes y al paso de la Virgen se encendían bengalas. Estuvimos en el barrio nuevo, hoy calle San Fernando, esperando.
Cada vez el gentío se hacía mas denso, hasta que al fin llegó la Virgen. En mi vida la he visto miles de veces, pero esa noche era algo especial. Su paso iluminaba el pueblo entero, en sus andas y paso de plata adornado con macizos de claveles rosas y vestida con su traje blanco de tisú de oro. Era una auténtica Reina.
Me hizo recordar muchas vivencias de épocas anteriores, ofreciéndome distintas emociones, entre ellas la gracia concedida al abuelo, que ingresado de urgencia en la UCI y a pesar de que su dolencia de corazón no permitían que tuviese nada que fuese un obstáculo para su asistencia médica, respetaron la medalla de hermano de Setefilla, que llevaba colgada al cuello y que muriera con ella sobre su pecho.
La Virgen se detuvo justamente donde nosotros nos encontrábamos, Mª José que llevaba el móvil, llamó por teléfono a Tía María para que oyera el clamor del pueblo, los vivas y canciones, y le decía "Tía María ¿lo oyes? grita tú también Viva... Canta "viva la Virgen de Setefilla que en nuestro pecho tiene su altar"... Gracias a ella Tía María vivió con emoción el momento. Igual hizo con Tía Salud cuando la Virgen llegó al convento de las Monjas, de esa manera participó toda la mesa-camilla de momentos tan emotivos.
Finalizado todo, descansamos en casa de Tío Luis, donde estuvimos reunidos. Nos agasajaron con esplendidez, allí acudió Tío Jesús, que como siempre estuvo genial, contando miles de cosas, todas muy curiosas e ingeniosas, iba vestido muy jovial por que él opina, como la Duquesa de Alba, que por tener edad, no hay que vestirse de viejo.
Lora, como todo el mundo, ha cambiado muchisimo, se nota más prosperidad, pero ¡lástima!, están desapareciendo muchas cosas que le daban prestancia al pueblo.
Saludamos amistades que no veíamos hacia tiempo. Se acercaron personas recordando nuestra niñez, entre ellos sobrinos de Isabel y de Rafaela, en fin, como dicen las folclóricas "hay que volver a nuestras raíces"
Este fue un día distinto, en el que retrocedí a mi pasado, y es importante, os lo digo a los jóvenes, el tener un pasado. Alguna ventaja tiene que tener la vejez.
Y como Loreños y Setefillanos es toda nuestra familia, y en nombre de todos termino:
¡VIVA MARÍA SANTÍSIMA!
¡VIVA NUESTRA MADRE!
¡VIVA EL ORGULLO DE LORA!
2 comentarios:
Querida Tía Tote:
Fijate, solo con un simple gesto,solo con una llamada telefonica, solo con eso se puede hacer vivir a alguien tal cumulo de sensaciones, de sentimientos, de vivencias, de recuerdos.
A vosotras os llamó Tío Luis, pero a tía Maria y a Tía Salud las trasladasteis a Lora solo con ese gesto, solo con una simple llamada.
¿crees que esa noche tan especial para ti? incluso despues de miles de veces que has visto a la Virgen, ¿crees que estabais sola vosotras dos? ¿no te dio la sensacion de que os estaban mirando desde el cielo?
Claro que el día era distinto, no solo representais a la mesa-camilla, cualquiera de vosotros o de vosotras, representais mucho más, representais a toda vuestra familia y eso tiene mucho peso, pero vuestros padres os enseñaron bien como hacerlo.
Ademas te digo, que fueron Isabel y Rafaela quien os mandaron a sus sobrinos para saludaros, ellas pertenecen a tu niñez, ellas son vuestra niñez, vuestra juventud, y mucho en vuestras vidas,¿verdad?
si lo són para nosotros, !que no serán para todos vosotros¡
Claro que es importante tener un pasado, y poder retroceder a él, lo es más todavia, y la ventaja de la vejez, para mí, es el haber llevado tanto tiempo, ( y ojala que sea por muchos años más) y tan a gala los apellidos de vuestros padres.
Teneis profundas raices, no es poca cosa llevar esos apellidos:
Montoto de Flores Gonzalez de la Hoyuela Laniella Cepeda Valdes Naranjo Lopez Vigil de la Rasilla Junco.
Me hubiera encantado poder estar allí con vosotras.
BESOS
Tía Tote:
He puesto una foto para acompañar tu texto, es una de las que estaban en vuestro álbum y ahora tenemos en el que compartimos todos en este blog. La Virgen y el abuelo. El abuelo y la Virgen. Tanto monta, monta tanto. Dos palabras que van unidas en nuestro recuerdo, inseparables, como inseparables fueron los dos en vida.
Me encanta tu crónica, gracias a que has ejercido de corresponsal, hemos podido escaparnos todos un ratito a Lora, recorriendo las calles y disfrutado del aperitivo en casa de tío Luis mientras charlamos con nuestro duqueso de alba particular, tío Jesús.
Mi madre me llamó inmediatamente después de colgar, contándome que había cantado por el teléfono a la vez que todos los loreños, estaba feliz, tanto que acabó cantándomela a mí ¡enterita!.
Gracias. Tenemos que repetirlo... y ahora, gritad conmigo
¡VIVA NUESTRA ENVIADA ESPECIAL!
¡VIVA!
Publicar un comentario