por Isabel Montoto de Flores
Querido Nacho:
El apellido correcto es Isabel de Flores, y a la pregunta que me haces te contesto.
Nunca he podido hablar de mi madre. ¿Qué te puedo contar de una madre que murió?
tú desgraciadamente, a pesar de tu juventud, lo sabes por haber pasado también por este trance, por eso nuestros recuerdos de ellas tienen que ser muy iguales, pero por tratarse de tu circunstancia te contare algunos detalles.
Lo primero que te puedo decir es que para nosotros era nuestra MADRE, y esta sola palabra lo dice todo.
Nació en Lora del Río, eran tres hermanos, su infancia fue muy feliz y ella era la menor de los tres, no tenía estudios porque en aquel tiempo las mujeres no estudiaban carrera, pero sí tocaba el piano perfectamente bien.
Muy joven se puso en relaciones con el abuelo y se casó con veintitres años.
Se fueron a vivir a Madrid, donde vivían muy bien, pero se encontraban muy lejos de Lora y se volvieron a vivir a Cádiz, todos los años que vivieron en Cádiz fueron muy felices.
Ya en Sevilla, cuando llegó le guerra lo pasó muy mal, sufría mucho por todo lo que pasó y porque Cesáreo, Rafael y Pepe se fueron a la guerra, que duró tres años muy duros de llevar.
Ella iba a Lora con mucha frecuencia para ver a su hermana Rafaela.
El verano de 1942, el dia 8 de septiembre íbamos a ir a la romería de la Virgen y ella se sintió mala y no pudimos ir. El día 16 murió.
Mi padre se quedó triste y solo, lo he visto llorar muchas veces, lo he visto recordar muchas veces y es que el abuelo vivió por ella y para ella y nunca la pudo olvidar.
Esta fue la vida de Isabel de Flores, madre ejemplar para sus hijos y esposa muy querida por quien la hizo en su vida muy feliz, José Montoto.
miércoles, 6 de mayo de 2009
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2 comentarios:
Creo, tía Isabel, que la época en la que no podíais hablar de tu madre tiene que acabar ya. Ella se merece que la conozcamos todos los que nacimos después de que ella se fuera.
Ya sé que es doloroso para vosotras hacerlo, pero una vez escuché que no muere quien es recordado, y creo que la frase tiene mucha razón. Esta es la mejor manera de hacerla vivir de nuevo, porque dejará de ser "la abuela de la foto" para tener nombre y apellidos, una vida llena de amor, y anécdotas que todos recordaremos como si la hubiésemos vivido con ella. Queremos conocer (los nietos y el biznietísimo) a esa persona que os quiso tanto y que os marcó para siempre.
Gracias por ser tan generosa.
Muchas gracias Tía-abuela Isabel, estoy seguro que por ahí debe hber alguna que otra anécdota sobre la bisabuela, tal y como nos ha contado Tía Isabel María, hemso de seguirindagando en ello.
Un beso muy fuerte.
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