Allí, tomándose un descafeinado, han debatido y analizado todos los momentos trascendentales de nuestras vidas, la mía y las vuestras (¿no lo sabíais?, pues sí, las vuestras también). Siempre desde el cariño, claro. Yo, cada vez que he tomado una decisión importante en mi vida he pensado “¿será aprobado por las Montoto?” Y pronto he encontrado la respuesta: “Que dice tía María que no debes castigar a Miguelito por eso...”, “que dicen las tías que cuándo vas a bautizar a las niñas...”. Estoy segura que muchas veces mi madre se escondía tras ese fraternal tribunal para diluir su opinión, o su deseo, o su autoridad. Cuando llegaba con el veredicto respirabas aliviada si te habían declarado inocente, y te echabas a temblar cuando eras culpable, aunque asumías la condena, porque eso de tener cinco ángeles de la guarda en tu hombro alivia la culpa. Nunca defraudan los ángeles de la guarda. Y a veces (ellas no lo saben) también he hecho trampa, lanzando al aire una idea como el que no quiere la cosa, para sondear si era buena o mala.
No te aburres en esa tertulia, como ya he dicho varias veces. Se pasa en un segundo de la risa al llanto, de la melancolía a la ironía.

Ahora la mesa camilla se ha trasladado a casa de mi madre. Pero observo asombrada que está cambiando su rutina, gracias a todos vosotros, los que aparecéis por este invento que ellas todavía no se explican muy bien cómo funciona, pero que les encanta, "pero niña, pero esoquetúhashechoeninterné ¿es gratis?".
No sé si me matarán con esta entrada, pero tengo que contarlo.
Lo primero que se observa a simple vista es que el “hola, ¿cómo estás?”, ha sido sustituido por un “¿han escrito algo nuevo hoy?”, y ya no se sientan alrededor del descafeinado. De vez en cuando se toman una copita de vino dulce. La mesa, antes impoluta, está llena de objetos. Hay un archivador, con el blog impreso, a entrada por plastiquito, actualizado todos los días gracias a algunas manos mágicas. Y dos o tres gafas de sol.
¿Gafas de sol? Me diréis: ¿gafas de sol, si está lloviendo en Sevilla?. Pues sí, gafas de sol, porque se alternan para llorar, y a la que le toca se pone una de las gafas... “ya está María llorando, será tonta”... ríen las demás... y ahí está María, con sus gafas de sol como si fuera La Niña de los Peines: “qué bonito lo que dicen de Rafaela e Isabel...”, y luego le toca a Salud colocárselas: “es que esto del regalo de Nuria me ha emocionado...” y así, van rotando las gafas de sol, de una a otra. Pero, aunque parezca mentira, es un llanto alegre el que tienen, un llanto que se confunde en risa, lágrimas con sabor a vino dulce, al ver renacer de las cenizas de nuestros corazones todos aquellos recuerdos que ellas ya creían que estaban guardados en sus joyeritos pero que nadie iba a disfrutar nunca, que iban a ser como esas herencias que se entregan sin esperar un minuto a un chatarrero, y que ven con gozo que no, que estamos desempolvando sus alhajas y luciéndolas.
Sobre el tapete también hay tres cuadernitos, casualmente casi iguales, con un ratón Mickey en la portada celeste (¿será el celeste metáfora de algo?), que cada una trae cada tarde desde su casa para hacer una primera lectura pública: “déjame las gafas de ver, que voy a leer lo que he escrito hoy”, “¿pero es de llorar?", preguntan las demás antes de la lectura... “espera, que cojo las gafas de sol”... y el tema es debatido en el tribunal, y consultadas las dudas “¿cómo se llamaba aquella mula que teníamos en Lora?”.
Y cuando todas asienten con la cabeza y al texto no le falta un perejil, hacen entrega del cuadernito a uno de los escribanos que tienen en su entorno para que se escriba en el blog. Pero no de cualquier manera, no. Ellas ya saben la diferencia entre una entrada y un comentario, y te indican dónde quieren que sea colocado, y te dan todo tipo de recomendaciones: “niña, pero quiero que le pongas esa foto en la que sale...” “ponle como título...”. Y han dividido las entradas en “las de llorar” y “las de reír”.
Ahora lo que no sale en el blog no se debate, así que si alguien tiene planeado hacer algo que no pasaría ni a la de tres el tribunal de las Montoto que aproveche. Ahora o nunca.
Ha cambiado la mesa camilla, gracias a vosotros, ha cambiado...
10 comentarios:
!que bonito, Cristina, que bonito¡ creo que a lo que haces mención, no deberías llamarlo tradición, tampoco creo que esa mesa de camilla sea tan solo reunión, con tantas (flores) deberias llamarlo "jarrón" y por eso y tan solo por eso, todos lo días deberíamos pedirle al señór, señór te pedímos, que a este jarrón lleno de flores,lo riegues todos los dias, señor y por favor no le quites nunca, ninguna flor.tambíen te digo que sí que és tribunal, es el tribunal de la "santa esquesisón" niño sera de la santa inquisición!que no,que no¡ lee bien, de la santa es que si són,que son santas te lo digo yó, ademas, los ángeles de la guarda lo són ¿no? si les hace falta se les llevan mas gafas de sol. Entregar su herencia a un chatarrero seria como tirar el corazón entero.
Dejemoslas llorar,dejemoslas reir
para que vean que sus joyas y alhajas todos queremos lucir,el color celeste, creo que es el color del cielo, es donde las esperan abuela y abuelo(y todos los demas)dejemoslas que beban vino,para que no emprendan todavia ese camino,para que sigan queriendo leer "esoqueaechocristinaenintenne"
ah! otra cosa, tote, dices en tu entrada (los viajes del abuelo) como nos decis ahora "tercera edad" "viejas". siempre habeis sido y seguireis siendo "las niñas" o "las tias" nunca jamás viejas, es más creo que antes, y a partir de ahora tambien MADRES.
besos a esa mesa de camilla
Nota: Un apunte a Jesús, Nuria y los demás, sería interesante que en vuestros perfiles de blogger adjuntáseis vuestros e-mails, de ese modo podríamos comunicarnos con más fluidez entre todos.
Besos.
Jesús, creo que el problema de regar el jarrón ha quedado solventado con este blog ¡ellas se riegan solas!
Nacho, lo del email está muy bien pensado, pero de todas formas yo, que soy "de la segunda edad" estoy haciendo una base de datos con los que van "apareciendo" en el gmail que he creado. Te la enviaré cuando tenga más, porque hasta ahora somos muy poquitos.
pues yo no se en que edad me encuadrais,pero yo estoy aqui mirando el ordenador de perfil y no se por donde meterle el correo electronico.
entonces estás en el perfil de "tío abuelo"
lesson two: editar tu perfil griego.
Pincha tu nombre, el que está encima del comentario. Volarás a otra página en la que hay un botoncito azul que pone "Editar perfil", de nuevo volarás a otra página y en un naranja mu mono pone "Identidad", te sale un recuadrito que pone: "Dirección de correo electrónico" ¡ese es el tuyo", lo pones y te vas pabajo pabajo y pinchas "GUARDAR PERFIL". Ea, ¡lo que vas a aprender conmigo!
era una broma cristina,
ah, bueno, pues ahí está la lesson two pal que la necesite
Pues hijo Nacho, yo prefiero un camino más cortito y fácil, que tó esto es mu complicaito, el mio es nuria@alhambracobros.es, a tu disposición.
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