Día 7 de septiembre de 1962
Por Isabel Montoto Flores
Resulta que su hogar lo tenía preparado en Sevilla, y él era el número siete. Tenía ya seis hermanos, pero bueno, los seis anteriores los dejaremos para otra ocasión, hoy nos ocuparemos sólo del siete.
Pasó el invierno y llegó la primavera, y rápido se presentó el verano, verano en Sevilla con cuarenta
grados, seis niños metidos en un piso y esperando al número siete ¡eso es insoportable!, padre y madre se pusieron de acuerdo ¡ésto no se puede soportar, pues vámonos a la playa, que es lo mejor que podemos hacer!. Y así lo hicieron.
Prepararon el viaje, pero aquello no era posible: seis niños, otro en camino, un perro, una jaula con un canario, una olla grande para los garbanzos, una tata para el último niño que todavía no andaba,
la sombrilla, una butaca cómoda para la madre en la playa, los cucos de el pequeño por si se hace pipí, una garrafa con agua y... ¿Qué paso?
Pues que el coche estaba hasta arriba, se sienta el padre, se sienta la madre y ¿dónde metemos a los niños? ¡Si no caben!. Con mucho trabajo entraron tres, pero quedaron fuera otros tres y... ¿Qué hacemos? Espera un momento, voy a llamar a tía María, veras tú como ella nos lo arregla.
La llamo y le digo: María, que nos vamos a la playa y nos sobran tres niños, ¿tú te los puedes quedar que su padre la semana que viene te los recoge?
Tía María: ¿Qué dices? Yo no me entero de nada ¿Qué le pasa a los niños? Qué es lo que les pasa a los niños... ¿Qué están solos en la calle?
No, María, que nos vamos a la playa y no sé qué hacer con los niños, hace mucho calor y yo estoy que no puedo más!
Y tía María dice: Tote, corre coge el seita que compraste y ve corriendo por los niños, porque yo creo que algo está pasando. Gracias a María pudimos emprender el viaje, y la madre le dice al padre: ¡corre, corre, vámonos ligeros antes de que llegue Tote, no se vayan a arrepentir!.
Tote llegó corriendo, pero más corrimos nosotros, porque cuando Tote llegó por los niños estábamos nosotros cerca de Jerez.
Llegamos a la playa, y no os podéis imaginar lo bien que se está en la playa, fresquita y con tres niños menos.
Se supone que la madre de Jesusito volvería a Sevilla a su debido tiempo, para que Jesusito, igual que sus otros hermanos, llegara al mundo en Sevilla y... ¿Qué paso? Pues que Jesusito un día dió la
voz de alarma y dijo: ¡madre, que ya estoy aquí!; ¡pero niño, eso cómo va a ser, si yo no te esperaba tan pronto!; ¡Pues mira, aquí me tienes ya!; ¡pero niño, yo no puedo correr tanto, yo me tengo que ir a Sevilla!; ¡pues lo siento! ¡qué puedo hacer, ya estoy aquí!
La madre se puso nerviosa, y dijo: ¡niña! Llama a tu padre y dile que venga corriendo, que Jesusito viene galopando, no hay tiempo que perder, pero de Sevilla nada, a Cádiz que está más cerca!
Y allí aterrizó Jesusito, en la tacita de plata.
Y otra vez el problema, la madre que se fue de casa deja seis niños solos y otra vez llama a María: María, esos niños otra vez solos y ya no son tres, ahora son seis. Y tía María ¡Ay que disgusto! ¡Y yo sin carné de conducir! Le dice a Tote: yo me quedo con papá, y tú, coge corriendo el seita que compraste y vete para Vejer, porque esos niños necesitan alguien que los cuide. Y Tote, toda complaciente se hizo cargo de los seis niños.
Tote coge el mando de la casa, pero seis niños son muchos niños y ella en ese terreno no tenía mucha práctica, pero por fortuna en esa casa tenían una mujer para la cocina, se llamaba Frasquita, y por la mañana le consultaba a Tote que debía prepararle de comer a los niños. Tote, que desde chica era enemiga de la cocina, porque le recordaba al cura que la obligaba a que se aprendiera el plural de ASARTEN, le dijo: yo de la cocina no quiero saber nada. Pero Frasquita insistía: le parece usted bien que les ponga, ¿sopa de ajos? Y Tote sí, sí, sopa de ajos. Así un día
detrás de otro. Pero una mañana dice Frasquita: ¿le ponemos hoy una tortillita para cambiar?, y Tote le dijo: no, no deja tranquila la ASARTEN, ¡que luego cuesta mucho trabajo fregarla! ¡sopa de ajos, sopa de ajos, que es más sano para los niños!.
No se cómo pasaría Tote esos días, mejor que os lo cuente ella, pero yo os digo que cuando la madre regresó a su casa encontró a los niños muy mejorados y más gorditos y le rogó a Tote: por favor, no te vayas a Sevilla que a mí también me gusta mucho la sopa de ajos.
Y hoy, después de haber pasado cuarenta y seis años te vuelvo a repetir: ¡gracias Tote!, porque lo que tú hiciste aquellos días, tiene más mérito que lo que hizo Agustina de Aragón.
Hoy en la mesa camilla preguntó María: ¿qué edad tiene ya Jesusito? Tote le respondió: María ¿no te
acuerdas? Nació el siete de septiembre de mil novecientos sesenta y dos.
María le contestó: ¡yo no me acuerdo de nada! Tote le contestó: yo te aseguro que si hubieses ido tú no se te podría olvidar tan pronto el día en que Jesusito, y sin avisar a nadie, se empeñó y lo consiguió, aterrizar a su llegada al planeta tierra.
07 de septiembre de 1962
2 comentarios:
veis el porque, cuando digo que Tia Tote y Tia Maria son como madres para nosotoros.
Yo recuerdo otro momento de Tia Tote con nosotros en Vejer, por culpa de un desgraciado accidente de trafico que tuvieron mis padres aqui en sevilla (sin consecuencias graves) y la "sopa de ajos" era su gran aliada, en el momento de llamarnos la atencion o querer castigarnos, por algo malo que hubieramos hecho (con lo buenos que eramos)¡pues hoy para comer, sopa de ajos! ¿otra vez sopa de ajos? nooooooo por favooooor.
Sí, es verdad,tiene merito y tambien mucho valor, en terminos taurinos seria como encerrarse en la maestranza con seis miuras seis, para la gran diestra
MªDolores Montoto de Flores
vamos a ver madre, con lo que voy a comentar, otra vez la voy a liar, esto va, para los entendidos en la materia, que ellos digan si es broma o es cosa seria.
preparado el hogar tenias
otro niño pronto vendria
pero como ibas a pensar
que era jesusito y con el
cualquier cosa podia pasar
mama perdona que te diga
estas segura que en tu
embarazo no te distes
un porrazo en la barriga
estas segura que al medico
o puede que a la matrona
el niño al suelo se escurrió
y del castañazo alguna neurona
seguro que se le fastidió.
ahora te voy a cantar, no contar, cantar, porque preferia nacer en cadiz, mejor que en sevilla.
caaadiiii taasiiitaa de plaataaa
caaadiiii plaaasaaa de saaan juaaan
caaadiiii baarriioo de laa viñaaaa
caaadii eeesss laaa ooriiillaaa del maaaar.
¡oooleeeee mi niiiñooo que arte tiene y que salero ayyyyyyyy miiii niiiñooo que te quierooooo!
mama por favor, no seas ordinaria, que estamos en publico y ahora soy una famosa estrella.
¡una famosa estrella! para famosa, las muñecas, que se dirigen al portal, para hacer llegar al niño su cariño y su amistad.
tu eres, estrellita famosilla,por eso nacistes en Cadiz y no en Sevilla. ¡anda, hay queda eso!
¡oooiiiii, lo que me ha dicho!
¡oooiiiii, lo que me ha dicho!
mama que soy tu hijo, que no soy ningun bicho.
lo siento, enterao, pero tu no nacistes estrella, tu nacistes estrellao.
lo ves, yo sabia que algun porrazo me habia "dao"
!aaayyyy, que mee daaa algooo¡
!aaayyyy, que mee daaa algooo¡
si lo llego a saber no salgo.
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