¿Que hay, Duquesa? Buenos dias.
¿Como va lo de la boda?
No se pensara casar,
no hara usted esa tonteria;
si hasta la Reina Sofia
le tuvo que aconsejar,
y le dijo el otro dia
que esta usted loca perdia
como llegara al altar.
Alfonso no es de fiar,
tiene malas intenciones;
creo que se quiere apropiar
de todo su capital
si le echan las bendiciones.
Pero...¿es que usted no lo ve?
¿O es que, acaso, se cree
que es por su cara bonita?
Pues, por lo de jovencita,
¡eso si que no, mujer!
Ese va, poquito a poco,
a apoderarse de todo;
camelandose a la dueña
del palacio de las Dueñas.
Luego ira por el de Liria,
y ya vera, usted, la tirria
que le cogeran sus hijos.
Desde luego, los entiendo,
pues tiene que dar corage
que venga un tio malage
intentando ser el dueño.
Otra posibilidad que habria,
hacer Capitulaciones,
la separacion de bienes,
¿como, que Alfonso no quiere?
¡claro, como va a querer,
si eso no le conviene!
Para que vea lo fresco
y sinverguenza que es.
Ese va por interes.
El va por amor al arte,
que no va por su salero;
va buscando ser el dueño
de todo el palacio entero.
Lo ha mirao de arriba a abajo,
y ahora, con su desparpajo,
con sus virriosos vaqueros
y su cutre cazadora,
va y le dice que la adora.
¿Y usted se lo va a creer?
¿Esta ciega, tonta o que?
Y yo que le veo la cara
mucho mas dura que a el . . .
Duquesa, no nos creemos
esos grandes amorios.
Se va a meter en un lio.
¡Bueno! Y a mi ¿que me importa?
Haz lo que te de la gana.
Vente paca de clienta,
que te voy a pasar una cuenta
que se te caeran las bragas.
miércoles, 20 de enero de 2010
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