Le he dado otro toque a Pepe:
Pepe, no tienes derecho
a tener tan mosqueaos
a estos primos tan salaos.
Quieren verse retrataos.
Anda, revela el carrete;
siquiera hazlo por las tías,
que ya viste que ese día
iban de peluquería.
Yo sé que no tienes tiempo.
Pues mandaselo a Cristina,
porque túu no te imaginas
la que lía con los inventos.
Es que todo lo maneja
como a ella le da la gana.
¡Y como le da a la tecla!
¡Vamos! Si quiere la niña,
hasta te quita las canas.
Pero no lo debe hacer,
a ti te queda muy bien;
a mi me gustan las tuyas
mas que las de Richard Geere.
No te puedes figurar
que importantísimo es
que las fotos mandes ya.
Cuando lleguen a Sevilla,
diversión asegurada
para todas las que acudan
a la mesa de camilla.
Es que están en su derecho.
No habérselo prometido.
Asumiste el compromiso.
Retrataste a tos los primos.
Y una cosa yo te digo:
Si quieres vivir tranquilo,
y vas con todos a almorzar,
no luzcas tu habilidad.
Pepe, ¡por Dios!, que no es broma,
lo parece por la rima.
Hazle ya caso a las primas.
Como no mandes las fotos,
a mí no me extraña nada
que otra vez que se reúnan
los Montoto, no te llaman.
domingo, 3 de enero de 2010
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