JESUSITO DE MI VIDA

Llevo un rato pensando y no sé cómo empezar, bueno, algo saldrá. Creo que... sí, vamos allá; Cristina, como lo prometido es deuda, quiero contar y al mismo tiempo dedicar, ya veréis el por qué lo de dedicar, recuerdas que te pedí preguntaras lo de la "bomba de relojería", como lo que, tanto para ellas, como para mí, debió ser aventura, terminó en cerca de 50 puntos de sutura.

Matalascañas, en casa de abuelo, tía María, tía Tote, mi hermana María José y, cómo no, "Jesusito de mi vida". No se que día era: lunes, martes.... qué más da, todo era perfecto, toda la mañana en la piscina, disfruntando como un niño, no me acuerdo que edad tenía: siete, ocho, diez... no sé. En fin, llegó la hora de comer, subimos a casa y claro está, comimos, y el niño, de nuevo, quería bajar a la piscina, pero de eso nada, acabas de comer y dos horas tienes que esperar, además, abuelo va a dormir la siesta y silencio has de guardar. Imaginate a Jesús dos horas en un apartamento, aburrido y en silencio. ¡Vale! me voy al balcon, allí estuve un buen rato y claro, todo tranquilo pues de mí se olvidaron, imagino que sería así. Puerta del balcón, de corredera, de cristal entera, Jesús allí asomado, mi hermana a la piscina llega, Jesús que la ve, ¡ésta es la mía!, echo a correr, sin mirar, es costumbre mía, la puerta cerrada, y "bummmm" la bomba estalló y el cristal entero se comió. Ahora viene lo peor, no entro en detalles, pero, si fueron cerca de 50 puntos, os podeis imaginar cómo estaba, pues ahora imaginaros a tía María y a tía Tote. Yo no me quiero ni acordar, encima, con los nervios, coge al niño en brazos, salen corriendo, "¿qué hacemos? dios mío". A la escalera las dos, con tan mala suerte, que la puerta de casa se cierra, tía Tote con el niño a buscar dónde curarlo y tía María en la escalera, la locura de todo se apodera, tía Maria, tengo que entrar en casa, así que, abuelo de todo se entera. Era lo lógico ¿no?. Abuelo hecho una fiera: ¿por qué os traeis al niño?, los niños tienen que estar con sus padres", menos mal, que no estaba Rafaela. ¿Llamamos a Vejer? ¿a Lora? ¿a Sevilla? tía Tote dando vueltas como loca, ¿donde me llevó? no lo se ni yo, pero mientras el médico llegaba, de esto si me acuerdo, sin anestesia, algunas heridas me cosió.

Todo esto lo estuve hablando el otro día con todas ellas, tía Maria, tía Salud, tía Tote y mi madre. Tote y tía María decían: "el peor día de nuestras vidas, que noche pasamos niño, no te puedes imaginar". Pues sí, me lo imagino, nunca, repito, nunca, teníais que haber pasado por esto, lo siento mucho, de verdad, pero con Jesus, cualquier cosa podía pasar.

Ahora viene, el por qué del título y lo que quiero (os lo debo) dedicar.

Jesusito de mi vida........................ cuántas veces hemos rezado esto, ¿verdad? cuántas veces me lo han dicho y me lo siguen diciendo: Jesusito de mi vida........... bueno pues yo hoy de nuevo lo voy a rezar, pero con su permiso (el de Jesusito, pero no yo, el otro Jesusito, el bueno) algo le voy a cambiar.

Jesusito de mi vida, eres niño como yo, por eso te quiero tanto y a ellas dos, tía María y tía Tote, les doy mi corazón, tomadlo, vuestro es, mío no. "Os quiero un monton" sois las mejores tías del mundo, también las demás, siempre habéis estado y estais cuando se necesita a alguien de verdad, por eso quiero, aquí lo hago público, para que sepais que no es un comentario lo que cuento, es puro sentimiento.

Besos. Y lo vuelvo a repetir, os quiero mucho.