A mí me gusta un cuaderno
mucho más que a un tonto un lápiz;
me encanta cuando está nuevo,
más todavía si está lleno
de todo lo que escribí;
inequívoca señal
de que antes discurrí.
Yo uso rotulador,
azul marino, mejor;
con la tinta limpia y clara.
¡con que gusto se desliza
a lo largo de la página!
Con la letra ordenadita,
me gusta que sea bonita;
y mucho me molestaría
si alguna vez escribiera
con faltas de ortografía.
Alguna vez tengo duda
y, si acaso pongo alguna,
os pido ya mil disculpas.
¿Cuánto he escrito?
¡Yo qué sé!
Pero ya lo voy a dejar,
pues me espera el ABC;
es lo último que hago,
cuando me voy a la cama,
me lo llevo y me lo leo;
algunas veces no puedo
porque de sueño me muero,
entonces se cae al suelo.
El ABC para dormir
es mejor que el Orfidal.
Todos escriben muy bien,
más, muertecita de sueño,
no se puede ni leer,
lo único que se puede hacer
es caer en brazos de Morfeo,
y ahora así es como me veo.
domingo, 21 de febrero de 2010
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