Soy Manolita, llamo de Orange;
y yo, Paquita, de Movistar.
¡Ay, que coraje! Ahora me llaman de Citibank.
Mi oferta es buena, creaselo.
No le haga caso, la mia es mejor.
Que no me llamen mientras trabajo,
porque las puedo mandar muy lejos (¿donde?)
Mientras yo enseño el camison,
suena el telefono si ton ni son;
yo no contesto, ni lo descuelgo;
si era importante, llamaran luego.
Y cuando cierro, si es que me acuerdo,
ya, sentadita, voy y descuelgo;
la operadora me va diciendo
las cien llamadas que he ido teniendo.
Veo que ninguna tenia importancia.
¿Donde esta empresa ve la ganancia?
¡Tanto llamar! y... ¿para que?,
si a lo que ofrecen no hay que dar fe.
Ultimamente voy contestando
una respuesta muy ocurrente.
Cuando preguntan por el gerente,
yo le contesto: ¡"Ay, pobrecito!,
hoy no ha venido, esta malito"
¿Cuando calcula que este mejor?
Yo no soy medico, por ahora, no.
¿Quien es usted? La secretaria.
Con este achaque, voy dando largas.
De todos modos, ¡vaya un toston!.
Otra vez llaman, no digo yo...
Ahora seguro que es Vodafone.
lunes, 8 de febrero de 2010
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